Descartes, máquinas e información

De estos, el primero es que nunca podrían usar palabras u otros signos dispuestos de tal manera que nos sea competente declarar nuestros pensamientos a los demás: (...) La segunda prueba es que, aunque tales máquinas podrían ejecutar muchas cosas con igual o quizás mayor perfección que cualquiera de nosotros, sin duda fallarían en ciertas otras de las cuales se podría descubrir que no actúan por conocimiento, sino únicamente por la disposición de sus órganos: pues mientras la razón es un instrumento universal que es igualmente disponible en cada ocasión, estos órganos, por el contrario, necesitan una disposición particular para cada acción particular; por lo que debe ser moralmente imposible que exista en cualquier máquina una diversidad de órganos suficiente para permitirle actuar en todas las circunstancias de la vida, de la manera en que nuestra razón nos permite actuar. (Discurso del método, 1647)

El pasaje es relevante ya que argumenta directamente en contra de la posibilidad de la inteligencia artificial e incluso podría interpretarse como un argumento en contra de la posibilidad de una máquina de Turing universal: la razón como instrumento universal nunca puede ser emulada en el espacio. Esta concepción está en oposición al concepto moderno de información que, como una cantidad medible, es esencialmente espacial, es decir, extensa (pero en un sentido diferente al de Descartes).



Comentarios